Música

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Soy todo oídos

Fundación Educativa Sofía Barat

La escucha es un acto de atención hacia el otro. Aprender a escuchar requiere práctica y tiempo. Escuchar con calidad requiere dar tiempo a las personas, un tiempo en el que nos ponemos a disposición del otro.

Escuchar requiere necesariamente la práctica del silencio (el exterior y el interior).

No se trata solo de callar sino de hacer silencio. Acallar tantos ruidos y voces internas que nos distraen. Y escuchar gratuitamente.

Y este camino de aprendizaje de la escucha necesitará un proceso lento y constante.
Hasta darnos cuenta que escuchar es una forma de amar.

¿cómo escuchar mejor nosotros?

¿cómo motivar y ayudar a otros a hacerlo?

Algunas claves para aprender a escuchar:

Cuidar el silencio interior

Sin silencio interior no hay escucha. Necesitamos aprender a callar: con frecuencia el otro no nos pide palabras, sino escucha.

Dejarse sorprender

Cuando escucho a alguien y “ya sé lo que me va a decir” , no estoy escuchando su presente, su vida. Necesitamos cambiar esta actitud de “ya lo sé” , eliminarla, dejarnos sorprender.

Atreverse a preguntar

Te pregunto porque estoy interesado en lo que me dices y quiero saber si te estoy entendiendo bien, y quiero que me cuentes más de eso.

Despejar el camino que conecta el oído con el corazón

Dejar que lo que oímos nos afecte emocionalmente, que lo escuchado me estremezca “Que me duela tu dolor y me alegre con tu alegría. No somos indiferentes al dolor y la alegría del otro.

La buena escucha

siempre provoca encuentro y reconocimiento del otro.

Acoger el misterio

La vida de cada persona es un misterio y, al escuchar, conectamos con ese misterio

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